lunes, 30 de octubre de 2017


LEYENDAS DE JALPA Y OTROS LUGARES
LA HIJA DE MARIA.
Cuando don Isaac Robles era sepulturero del panteón del mineral de Jalpa allá a mediados de los años cincuenta, llevaron a enterrar a   una señorita que perteneció a la congregación de Hijas de María, ella en vida era muy recatada, en su vida siempre fue muy apegada a la iglesia, nunca peco, fue pura y santa.  A los años de enterrada sacaron  su cuerpo, para darle oportunidad a otro, quizás algún familiar más.
Cual fue la sorpresa de don Isaac, que al abrir la caja, el cuerpo estaba entero, inmune todavía se podía contemplar el escapulario intacto sin una mancha a lo mismo que sus ropas, intacto como su alma. Los familiares decidieron volver a inhumarla, paso en tiempo y nuevamente llego la orden de desenterrarla, su cuerpo al abrir la mortaja, nuevamente el cuerpo estaba así como la enterró por   segunda  vez, pero el cuerpo de esta señorita no estaba seca, no se había momificado, estaba tal y como la sepultaron, a este milagro, el gobierno eclesiástico y civil decidieron no volverla a sepultar, le hicieron un nicho de cristal que duro un tiempo, la gente con insistencia iba y visitaba a la Hija de María, era como un milagro, por mucho tiempo quedo expuesta al público. Amaneció y no anocheció, nadie sabe que paso con ella, muchos dicen que dios se la llevo, pero el nicho de vidrio donde quedo¿, muchos dicen que se la robaron para venderla, otros que la iglesia creyó que era inadecuado  dejarla más y crear un falso santo. Nadie sabe nada, pero que ella existió, existió.
( Este relato es verídico solo que nosotros trabajamos la redacción, nuestra informante  la señora Guadalupe Flores, que vivía con sus padres en la calle revolución algo cerca del panteón municipal,  al escuchar de vivía voz del panteonero don Isaac Robles, que frecuentaba mucho a don Rodrigo Padre de nuestra informante, les comento y por curiosidad doña Lupe al igual que muchas personas fueron al panteón a ver el milagro).

martes, 10 de octubre de 2017

Los Museos de Sitio


Esta tipología de museos se explica dentro de la concepción de la museología como ciencia del patrimonio. Hoy estamos asistiendo a un fenómeno mundial de la “puesta en valor del patrimonio” cuyo objetivo final es la conservación y presentación “in situ” del patrimonio cultural y natural para que pueda ser comprendido y disfrutado por un público cada día más amplio. Son exposiciones muy atractivas que relacionan los sitios patrimoniales con su entorno. 

Ahora bien, cuando hablamos de un museo de sitio, ¿a qué nos estamos refiriendo? Por supuesto, el término implica la existencia de un museo que se encuentra ubicado en un lugar específico, ya sea éste arqueológico, histórico o ecológico. Así lo confirmó el ICOM cuando, en 1982, publicó un informe sobre los museos de sitio arqueológico definiendo el museo de sitio como “un museo concebido y organizado para proteger un patrimonio natural y cultural, mueble e inmueble, conservado en su lugar de origen, allí donde este patrimonio ha sido creado o descubierto”.

Estos museos pueden darse en cualquier lugar que “por su interés ecológico, sociológico, científico e, incluso, por el testimonio que da sobre la cultura y la historia de una comunidad humana, forma parte del patrimonio natural o cultural de dicha comunidad, ya sea local, regional, nacional e internacional”. De ahí que pueda hablarse de una diversidad de museos de sitio, siendo el propio Informe del ICOM quien destaque los de carácter ecológico, etnográfico, histórico y arqueológico. Nosotros añadiríamos los industriales y los de arte, incluyendo en estos últimos las intervenciones de algunos artistas contemporáneos en la naturaleza, como los trabajos de Ibarrola o de otros artistas alemanes y nórdicos que han creado los denominados “parques de esculturas”.

La adecuación de un sitio patrimonial para su visita al público exige la elaboración de un proyecto integral donde se tenga en cuenta la investigación, conservación, exposición y comunicación. Es necesario elaborar un discurso museográfico y desarrollarlo espacialmente, diseñar itinerarios en los que se fijarán los puntos de mayor interés con las informaciones convenientes y los dibujos con las reconstrucciones. Igualmente, es necesario crear infraestructuras en las que tengan cabida los centros de interpretación y los centros de visitantes. Será en el espacio de acogida donde se explicará el sitio y se ofrecerá la información y orientación necesarias para la visita. En una zona próxima se situará el parking, el área de descanso, cafetería, restaurante, tienda y otros tantos servicios como sanitarios y de guardarropa. Es importante que el visitante encuentre un ambiente cálido y acogedor.